Der so genannte Kulturschock und das Nachdenken über den eigenen Migrationsprozess können dazu führen, dass wir Ideen und Projekte entwickeln, bei denen es keine Grenzen gibt. Sie können auch unser Denken gegenüber Menschen unterschiedlicher Herkunft verändern, wo es keine Vorurteile und Stereotypen gibt und Solidarität und Einfühlungsvermögen zum Motor werden, um Projekte für ein besseres soziales Wohlergehen zu schaffen.
Kolumbien und Berlin, die jeweils ihre eigenen sozialen und migrationspolitischen Probleme haben, haben Alfredo Cajiao dazu ermutigt, zusammen mit einem Team eine transnationale Initiative mit dem Namen „Desbordando“ (Überlauf) ins Leben zu rufen.

 

¿Quién es Alfredo Cajiao Vélez?

Nací en Bogotá, Colombia. Ahí estudié ciencia política y a partir de este momento me empecé a interesar en los temas relacionados con los conflictos armados, en especial el colombiano. El contexto del país de donde provengo es complejo, caracterizado por la desigualdad social y económica, la debilidad institucional, la corrupción, la presencia del narcotráfico, y la inseguridad, en donde nuestras prácticas cotidianas se ven permeadas por la violencia. Llegué a Berlín en el año 2015 para estudiar una maestría.

 

Deconstrucción de la diferencia

Salir a vivir a otro país ha sido una gran experiencia para mí. He podido conocer a personas con diversas culturas y reflexionar sobre la migración tras escuchar distintas historias y experiencias, y he podido desdibujar prejuicios y estereotipos que pude haber traído inconscientemente desde mi lugar de origen. Pienso que como migrantes tenemos en común un nuevo camino con nuevos retos y oportunidades. La interacción multicultural que se vive en Berlín me mostró que no importa nuestro lugar de origen o la cultura, porque como seres humanos tenemos más similitudes que diferencias. La afinidad que podemos tener con una persona no va ligada a su nacionalidad. De esta forma se derrumbaron para mí los antagonismos imaginarios que los medios de comunicación han reproducido por años.

 

Las cosas positivas y negativas de la migración

Con mi llegada a Alemania encontré grandes contrastes entre Berlín y Bogotá. Desde el primer momento  me sorprendió la diversidad cultural. Desde un principio como migrante me sentí cómodo y bienvenido, sin embargo no paraba de cuestionarme sobre las cosas positivas y negativas. Aunque me sentía cómodo en Alemania, experimenté el choque cultural (proceso por el cual pueden pasar los migrantes), condición que me permitió ver las cosas desde otro ángulo. Entendí lo difícil de estar en un entorno sin conocidos, con un idioma diferente y con otras dinámicas. En ese proceso no podía evitar pensar en los desplazados colombianos por la violencia, en su gran mayoría indígenas, campesinos y afro-descendientes que han tenido que migrar del campo a las grandes ciudades, dejando atrás sus pertenencias materiales y relaciones afectivas.

Con las dificultades de la burocracia migratoria alemana, entendí en carne propia lo que puede sentir una persona que tiene que irse del lugar en el que quiere estar. No obstante este sentimiento no puede ser comparable al de alguién que se mueve por motivos de la guerra.

 

 

Foto de Afredo Cajiao Vélez
Foto de Afredo Cajiao Vélez
Bogotá y Berlín, ciudades de migrantes de conflictos armados

No todos los migrantes tenemos las mismas condiciones y motivos para movernos de un lugar a otro. Eso hace que los gobiernos tengan que tomar distintas medidas. Por ese motivo mi punto de reflexión son dos poblaciones que pueden tener bastante en común. Los refugiados de Siria y los desplazados internos de Colombia. El gobierno colombiano y alemán han tenido aproximaciones distintas frente a estos fenómenos, correspondiendo a sus condiciones sociales, políticas y económicas. A continuación haré una breve comparación entre los dos.
Con la llegada de los refugiados de Siria en el 2015 hubo sectores de la sociedad civil y del gobierno que se movilizaron para darles la bienvenida, demostrando su solidaridad y empatía. En mis cursos de alemán en la Volkshochschule tuve la oportunidad de compartir con varios sirios. Ellos me comentaban sobre sus condiciones en Berlín. El gobierno les garantizaba unas condiciones mínimas para vivir. Se adecuaron instalaciones como albergues, por ejemplo en Tempelhof o edificios en distintos barrios para que pudieran tener un techo, agua, luz y comida. Esto demostró la voluntad política para dar una nueva oportunidad a los migrantes. No obstante ha habido sectores de la sociedad que se han opuesto a las medidas e incluso procedimientos cuestionables de deportación.

Por otro lado se encuentra que en Colombia algunos sectores del aparato estatal y algunos grupos influyentes y poderosos tienen un enfoque diferente, puesto que no creen en la paz ni quieren ayudar a los desplazados. En los últimos gobiernos se ha encontrado una estrecha relación entre algunos funcionarios públicos -a nivel nacional y regional- con grupos al margen de la ley y el narcotráfico. Esta relación ha traído masacres como la del Salado, muerte a líderes sociales, intervenciones ilegales de comunicaciones chuzadas, falsos positivos, entre otras lamentables prácticas para ejercer terror.

Pude evidenciar un contraste muy marcado entre los dos países: en el uno se prestan las condiciones básicas y en el otro los migrantes tienen que rebuscarse la vida, sin oportunidades. Esta situación me llevó a concluir la importancia de empezar a tomar pequeñas acciones para tratar de edificar un nuevo futuro. De esta forma empezó a cobrar vida la iniciativa que llevo a cabo con unXs compañerXs: DESBORDANDO.

 

Sobre DESBORDANDO

Somos un colectivo interdisciplinario colombiano que busca combinar actividades artísticas y de las ciencias sociales para contribuir a la construcción de paz. Trabajamos en pro de propiciar nuevas oportunidades, generando espacios colectivos de diálogo y participación para entretejer puntada a puntada redes interpersonales, interculturales, transnacionales y multiculturales que no se limitan a un espacio. Somos un megáfono que ayuda a potencializar  voces e historias de  quienes  han sufrido la violencia de los conflictos armados, principalmente el colombiano. La idea principal de la creación de este colectivo surgió en Bogotá, Colombia, se extendió a Berlín, luego a Madrid y a Barcelona.

 

¿Cuáles son las bases de esta iniciativa?

Queremos apostarle a demostrar la importancia de ser solidarios y empáticos para ser el motor de cambio que se necesita hoy en día y poder dejar un legado para las siguientes generaciones.
Creemos en la transnacionalidad porque los esfuerzos que podemos tener desde Alemania pueden tener impactos positivos en otras partes del mundo, yendo más allá de los bordes físicos y políticos de las naciones.

 

¿Cuál es el estatus del proyecto?

Nos encontramos reajustando los objetivos para hacer el lanzamiento oficial de la iniciativa. Estamos en conversaciones con organizaciones de víctimas en Colombia. Buscamos recolectar recursos económicos por medio de nuestros diseños, que permitan mejorar las condiciones de las organizaciones con las que cooperemos y ayudar por medio de la expresión artística a sanar su dolor y reconstruir su historia.

 

Contacto: dbordando@gmail.com

 

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