Letzte Woche wurde Ecuador von den heftigsten Protesten seit Jahrzehnten erschüttert. In den deutschen Medien hieß es, die Bevölkerung lehne sich gegen die gestiegenen Benzinpreise auf. Tatsächlich ging es aber um ein ganzes Paket von Sparmaßnahmen, die der Internationale Währungsfond dem Land aufzwingt. Rafael kommt aus Quito und studiert in Berlin Wirtschaft. Er erklärt, was hinter den wirtschaftlichen Entscheidungen steht und wozu sie führen.

 

¿Qué nos trajo hasta acá? ¿Qué provocó esta situación? ¿Qué implican las medidas adoptadas?

A mi modo de ver, al ser la crisis actual tanto económica como política, se pueden identificar factores económicos y políticos que desembocaron en la conmoción social que se vive actualmente en las calles del Ecuador. Para quienes caen en el facilismo y mediocridad de culpar de todo al anterior gobierno, les invito a leer objetivamente la parte final de este análisis. Pero antes, presento los motivos tanto económicos como políticos, que desde mi punto de vista han sido los detonadores de la situación actual y las razones por las que las medidas adoptadas son inoportunas.

 

Factores Económicos

¿Incompetencia o beneficio consciente de ciertos sectores? Una combinación de cuatro factores, que juntos son una bomba de tiempo, están siendo aplicados en estos dos años y medio de gobierno. No es difícil avizorar un serio deterioro económico al ver implementarse estas 4 medidas:

 

Retiro mal planificado del subsidio a los combustibles:

En lo personal, desde un punto de vista técnico, estoy de acuerdo con retirar el subsidio a los combustibles. Sin embargo, para hacerlo, se requiere de un plan integral alrededor de la medida, debido a las altas presiones inflacionarias y reacciones en cadena que una medida de este tipo implica.
Los subsidios son una herramienta económica muy útil y se utilizan en todas partes del mundo con diferentes fines, pero en sí, el subsidio universal de combustibles en Ecuador, tal como estaba planteado, era regresivo y beneficiaba a las clases altas.

Sin embargo, si no viene acompañado de un programa de compensaciones minucioso, un retiro del subsidio mal planificado puede ser devastador para los sectores vulnerables que se movilizan en transporte público, para las pequeñas y medianas empresas dedicadas al transporte de personas y productos, y para el consumidor final de esos productos. En teoría, si se utiliza exactamente la misma cantidad de dinero que se utilizaba para subsidiar la gasolina en subsidiar la demanda de pasajes del transporte público y mejorar su calidad, la clase que hace uso de estos servicios no debería verse beneficiada. Además, si el ingreso extra que recauda el estado por los que pagan más por gasolina es destinado a subsidiar sectores claves de la producción nacional, las presiones inflacionarias podrían ser frenadas en gran parte.

Cabe recalcar que aún sin subsidio, los combustibles ecuatorianos siguen siendo de los más baratos del continente y el sueldo básico de los más altos de la región, por lo que bien aplicado, el retiro del subsidio puede ser usado como método redistributivo sin mayores impactos en las grandes mayorías. Si, por el contrario, todo el dinero ahorrado del subsidio se destina a pagar deuda externa (que es precisamente lo que quiere hacerse), el único beneficiado es el capital internacional, en detrimento de toda la población ecuatoriana, en especial los sectores más pobres.

 

Reducción inoportuna de ingresos:

Eliminación del impuesto a la salida de divisas (ISD): en un país dolarizado, la cantidad de dólares dentro del país es vital, hay que protegerlos y procurar que entren más de los que salen. El ISD intenta desmotivar el retiro de dinero fuera del país al hacerlo más caro y protege al país de capitales golondrina. Ya de por sí, anualmente, los 270 grupos económicos más poderosos del país sacan casi $20 mil millones (20% del PIB) del Ecuador. Esto es incluso más de lo que ganan en utilidad neta ($8 mil millones). 91% de los dólares que salen provienen de estos grupos. (SRI) El retiro del ISD le cuesta al Estado, por lo tanto, cerca de mil millones de dólares al año (más o menos el mismo dinero que ahorrará en el subsidio a los combustibles).

Perdonar impuestos y multas a deudores: La remisión tributaria se trata de perdonar las multas por no pago de impuestos a deudores, con la condición de que paguen una parte. Esta medida tiene lógica conceptual cuando la recuperación del dinero adeudado total no es probable y puede tardarse mucho. De hecho, ya se realizó una remisión en el anterior gobierno, cuando tenía cientos de juicios en procesos con pequeños y mediados deudores, cuyos costos al final del día eran más altos que la remisión. Sin embargo, en el caso de la remisión de este gobierno, a través de la remisión se perdonó más de $4mil millones, los cuales estaban concentrados en su gran mayoría en grandes deudores. Esta cantidad es paradójicamente la misma por la cual el gobierno actual se endeudó con el FMI.

¿No era mejor evitar la remisión y utilizar ese dinero en lugar de obtenerlo vía crédito del FMI? Tal vez por motivos de necesidad inmediata de liquidez, el crédito era más sencillo, pero aún con la obtención del crédito, ¿no era más lógico persistir en la recaudación del dinero perdonado en la remisión para financiar con eso el pago del crédito obtenido?

Retiro de aranceles: Al ser más barato comprar productos importados, más dólares se van al exterior, pagando menos aranceles. No se trata de un retiro de aranceles focalizado o planificado, enmarcado en un plan de desarrollo o industrialización, se trata de un retiro de aranceles cabildeado por los grandes importadores el cual le quita liquidez al gobierno en momentos en el cual la necesita, además de promover un aumento de salida de divisas. Inoportuno.

Retiro del anticipo del impuesto a la renta: A primera vista suena un poco descabellado cobrar impuestos por adelantado en base al cálculo de cuánto ganarás en el año. Sin embargo, dada la realidad ecuatoriana, donde la evasión tributaria alcanzaba el 70% antes de la década pasada, esta medida se convirtió en una importante herramienta de generación de liquidez para el estado y prevención de la evasión. Si bien el tema de las devoluciones por sobrepago fue en algunos casos mal manejada, en un contexto de falta de liquidez la idea no es del todo errada, es más, en Alemania se utiliza un método muy similar de cálculo adelantado.

 

Aumento ineficiente de gastos:

Subsidio al IESS: el gobierno decidió devolver el subsidio del 40% al IESS a pesar que éste NO LO NECESITA (nótese la contradicción con la consigna de eliminar subsidios innecesarios). El IESS actualmente tiene superávit de caja, es decir, no necesita esos 1500 millones (también equivalente al ahorro en combustibles) anuales. Si bien es cierto, la Seguridad Social en el Ecuador tiene previsto un déficit actuarial, pero dentro de 40 años! ¡El coeficiente de cobertura en Ecuador es de 7 a 1! (siete trabajadores financian a un jubilado), casi el triple de lo que se ve en países desarrollados, donde la relación es 2,3 a 1. El déficit actuarial de la seguridad social es algo común en casi todos los países del mundo, incluso natural, dada la naturaleza del sistema. La única explicación para justificar la devolución del subsidio al IESS es clientelismo, incompetencia y miedo a reformas estructurales para el largo plazo.

 

Cierre de fuentes de financiamiento:

No contentos con darle un subsidio al IESS que no necesita, por lo menos antes se le permitía usar ese dinero que le sobraba para prestarle al Estado a través de la compra de bonos. Ahora está prohibido. ¿Qué le queda al IESS? Invertir su excedente de liquidez en el exterior, sacando dólares que podría ser usados para financiar el desarrollo en el país.

Además de esto, se le prohibió al Banco Central financiar al Estado Central con la reserva monetaria, la cual, dicho sea de paso, no es necesaria en dolarización. ¿Qué lógica tiene esto? El estado asigna presupuesto a un sinnúmero de instituciones que por ley tienen que depositarlo en el Banco Central; pero luego el Estado Central no puede hacer uso crediticio de los fondos del Banco Central. El dinero queda ocioso en las bóvedas del banco, con el altísimo coste de oportunidad que esto tiene para un país en vías de desarrollo.

¿Qué le queda al Estado después de auto imponerse semejantes restricciones? Pues buscar financiamiento condicionado en el exterior, o sea, crédito del FMI.

 

Factores políticos

La única razón por la que un gobierno de tan baja popularidad y aceptación puede gobernar es por la tregua que ha acordado con los grupos de poder.

Las líneas editoriales de los 5 grandes medios de Ecuador protegen claramente (por no decir descaradamente) los intereses del actual gobierno y quienes en elección buscaban ser cabecillas de la oposición (Lasso y Nebot) han mostrado una crítica tibia al gobierno, han firmado acuerdos de gobernabilidad e incluso hoy convocan marchas a favor del gobierno y llaman a cerrar filas junto a Lenin Moreno. Esto refleja un claro pacto, el cual obviamente no es ni gratuito ni casual. Este respaldo no existiría si los grupos a los cuales representan los aliados del gobierno (banca, medios, cámaras de comercio y producción y élites empresariales) no estuvieran siendo favorecidos directa o indirectamente por las medidas económicas en cuestión, o por acuerdos posteriores a nivel político-electoral. Estos grupos, sin embargo, son una minoría, aunque muy poderosa.

Del otro lado, la mayoría de la población ha ido viviendo en carne propia lo que reflejan los indicadores sociales cada vez con más fuerza. Aumento de la pobreza, aumento de la desigualdad, disminución del empleo pleno, cortes de partidas presupuestarias en salud y educación, ausencia de obras gubernamentales e inversión pública, regreso a escuelas unidocentes, desatención de mantenimiento a las infraestructuras ya instaladas (UPCs, Escuelas del Milenio, centros de salud) etc.

Para justificar todo esto, el libreto político repetido hasta el cansancio por el gobierno actual y sus aliados se centra casi en su totalidad en culpar al anterior gobierno de todo mal habido y por haber, lo cual además de mediocridad, refleja deshonestidad intelectual y una ausencia total de autocrítica.

Precisamente a quienes manejan este discurso, los invito a leer y reflexionar un momento sobre los datos y argumentos presentados a continuación.

 

“La culpa es del gobierno anterior” – ¿seguros?

El gobierno actual asumió el poder con una economía en crecimiento. Ya en el último trimestre de 2016 el crecimiento del PIB era positivo (fuente BCE). La economía se estaba recuperando de la crisis de 2015-2016, la cual es importante recordar que fue generada casi exclusivamente por factores externos (caída del precio del petróleo, derrumbe de exportaciones por apreciación del dólar, juicios perdidos en cortes internacionales ante petroleras multinacionales y desastres naturales).

Pese a la crisis 2015-2016 las políticas económicas del gobierno anterior consiguieron evitar el aumento de pobreza y desigualdad. Es a partir de 2018 que los índices de pobreza y desigualdad en Ecuador comienzan a aumentar (fuente: INEC), mostrando un claro giro en las prioridades de las políticas económicas del gobierno actual.

 

“El Ecuador estaba sobre endeudado, porque el gobierno financió todo con deuda”- ¿seguros?

Incluso hasta el día de hoy, los datos oficiales del actual gobierno muestran que a finales de 2016 la deuda pública ecuatoriana (externa $27 mil millones + interna $11 mil millones) estaba por debajo del límite legal de 40% del PIB. A pesar del discurso político falso de que la deuda alcanzaba los 70 mil millones, los datos oficiales siempre mostraron un endeudamiento legal, manejable y bajo con respecto a otros países de la región. Importante: estos datos se generan con una metodología internacional estandarizada e incluso fueron presentados por el gobierno ecuatoriano ante el FMI dentro de las negociaciones para la obtención del acuerdo de este año.

La inversión total del gobierno anterior en sus 10 años bordea los $100 mil millones de dólares. Si todo hubiera sido financiado con deuda, la deuda ecuatoriana habría aumentado en el mismo valor, sin embargo, aumento sólo alrededor de 16 mil millones. Esto significa que más del 80% del financiamiento de la inversión del anterior gobierno provino de recursos propios, o por definición económica: ahorro.

El gobierno actual, en tan sólo dos años, ya se ha endeudado en aproximadamente $15 mil millones. Tan sólo la emisión de bonos (deuda externa) bordea los $13 mil millones, casi el doble de la emisión de bonos del gobierno anterior en 10 años: $7,2 mil millones.

 

“El gobierno actual no tiene dinero porque el anterior se gastó la plata por adelantado” … ¿seguros?

El gobierno anterior no tuvo un gasto alto, sino un alto nivel de inversión pública, de los más altos a nivel regional y de los más altos de la historia. En administración pública, muchos de los réditos de las inversiones no son monetarios y por lo tanto difícilmente cuantificables (por ejemplo, educación, salud, institucionalización) Aun así, la mayor parte del beneficio monetario de gran parte de las inversiones que se hicieron durante el anterior gobierno se empezó a visualizar recién a partir del año anterior, en el gobierno actual.

Datos: sólo las dos grandes hidroeléctricas, los multipropósito y la repotenciación de la refinería de esmeraldas le ahorran al estado actualmente casi $2 mil millones anuales.

 

CONCLUSIÓN

A mi modo de ver, la actual situación económica era previsible desde hace dos años puesto que es una consecuencia lógica del mal manejo económico del gobierno actual. Sin embargo, también sería ingenuo y hasta generoso pensar que este mal manejo es simplemente producto de su incapacidad técnica. La economía no puede ser entendida sin la realidad política y las relaciones de poder presentes en la sociedad, por lo que las políticas económicas de una nación son un reflejo directo de quién tiene el poder, de quién gobierna en realidad.

Dicho de otra manera, la economía ha sido mal manejada para las grandes mayorías, pero muy bien manejada en beneficio de las élites que durante diez años perdieron mucho espacio de poder. Basta ver quiénes están rodeando al actual gobierno, defendiéndolo y resguardándolo: medios de comunicación, banqueros, cámaras de producción, socialcristianos, grandes importadores etc.

Todos ellos saben perfectamente a quién benefician y a quien perjudican con sus medidas, pero nos repiten al unísono y sin cansancio que todo esto es culpa de otros, que se tienen que sacrificar, que se saca adelante al país trabajando (sometiéndose) y no protestando y que el acuerdo con el FMI y las políticas decretadas eran la única opción para salvar al país.

MENTIRA!

Todo esto es la consecuencia lógica de este sin número de barbaridades políticas y medidas técnicamente ineficientes que llevaron al gobierno, y por ende al país entero, a tener que cavar nuestra propia tumba en el cementerio del FMI, junto a las tumbas de las economías de tantos países a través de la historia donde el recetario del FMI no sirvió sino simplemente para asegurar la supervivencia del capital sobre el bienestar de las grandes mayorías.

 

Bild: Michelle Ruiz (Quito)


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